Francescoli Enzo

Enzo Francescoli (1961- ), jugador uruguayo de fútbol, uno de los mejores y más queridos de su país en los últimos tiempos e ídolo del River Plate, club en el que vivió los mejores momentos de su carrera profesional. Delantero de destacada capacidad goleadora, así como de una gran calidad y elegancia, su técnica y habilidad le valieron el apodo de El Príncipe y la concesión del Balón de Oro como mejor jugador de Sudamérica en 1984.
Nació el 12 de noviembre de 1961 en Montevideo y debutó en la Primera División del fútbol uruguayo en 1980 con el Wanderers. En 1982 fue fichado por el River Plate, club en el que coincidiría con Beto Alonso y con el que consiguió un título del Campeonato Argentino en la temporada 1985-1986, en la que, además, fue máximo goleador de la competición con 25 goles en 32 partidos. Tras finalizar esa campaña, marchó a Francia, después de haber sido contratado por el Racing de París. Disputó la temporada 1989-1990 en el Olympique de Marsella y se proclamó campeón de la Liga francesa. Tras un periplo poco exitoso por Italia (defendió los colores del Cagliari y el Torino), regresó al River en 1994. En su segunda etapa con el club bonaerense conquistó el Torneo Apertura de 1994, del que fue máximo goleador con 12 tantos, y la Copa Libertadores en 1996. Ese mismo año anunció su retirada de las canchas, pero, tras disputar la Copa Intercontinental, que el River perdió frente a la Juventus de Turín, optó por prolongar su carrera en el club argentino. Su decisión fue acertada. A las órdenes del técnico Ramón Ángel Díaz, y formando una letal pareja atacante con la auténtica revelación del fútbol sudamericano más reciente, el chileno Marcelo Salas, Francescoli encadenó una serie de grandes triunfos para el River: Torneo Apertura 1996, Torneo Clausura 1997, Torneo Apertura 1997 y Supercopa de Sudamérica (1997). Finalmente, en febrero de 1998, anunció su retirada definitiva de las canchas.
Campeón sudamericano en categoría sub-20, con la selección nacional absoluta de Uruguay jugó dos ediciones de la Copa del Mundo, las disputadas en México (1986) e Italia (1990), en las cuales su combinado quedó eliminado en octavos de final. Sus mayores éxitos con la celeste llegaron en la más importante cita internacional americana para selecciones nacionales, la Copa América. El Príncipe obtuvo tres de tan preciados trofeos (1983, 1987 y 1995). Tras conseguir el último de ellos, especialmente importante por haber sido Uruguay anfitrión de la competición, decidió poner fin a su carrera con la selección.