Nació el 17 de agosto de 1952, en Buenos Aires. Destacó pronto, a pesar de que en su época prácticamente no existían en Argentina profesores ni clubes de tenis. Incluso tuvo que acudir a sus primeros torneos con solo dos raquetas, ya que no podía conseguir ninguna más.

Los éxitos de su trayectoria deportiva adquieren un mérito añadido si se analiza el contexto temporal en el que se produjeron; y es que Vilas coincidió en las pistas con jugadores que figuran con letras de oro en la historia del tenis mundial; baste citar los nombres de Ilie Nastase, Björn Borg, Mats Wilander, Ivan Lendl, Jimmy Connors, John McEnroe o Manuel Orantes, entre otros.
Muchos críticos le consideran como el precursor del tenis sudamericano; o, al menos, como la gran figura que dio el impulso definitivo a este deporte en ese espacio geográfico, en el que, tras Vilas, surgirían estrellas como el ecuatoriano Andrés Gómez, los chilenos Marcelo Ríos y Nicolás Massú, o el brasileño Gustavo Kuerten. Por no hablar de su propio país, Argentina, que daría a partir de entonces excelentes raquetas tanto al circuito femenino (principalmente Gabriela Sabatini y Paola Suárez) como al masculino (por ejemplo, José Luis Clerc, Martín Jaite, Gastón Gaudio y David Nalbandian).
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