Nació en Belém y empezó a jugar al fútbol a los once años de edad. Firmó su primer contrato como profesional, en 1973, con el Botafogo de Ribeirão Preto. Los técnicos no depositaron en principio gran fe en sus cualidades: se trataba de un futbolista muy alto (1,91 m), delgado y con unos pies llamativamente pequeños, al que apodaron magrao. Sin embargo, desarrolló un magnífico toque de balón, cercano al malabarismo, con un juego de tacón especialmente brillante. Tanto, que incluso llegó a lanzar algún penalti con esa parte del pie. Conjugó su carrera deportiva con los estudios de Medicina, e incluso rechazó importantes ofertas de clubes como el Flamengo o el Fluminense para permanecer en el ambiente universitario de São Paulo. Ello no le impidió ganar tres títulos de la Liga Paulista con el Corinthians (1979, 1982 y 1983), club al que había llegado en 1978 y en el que permaneció hasta 1985, para pasar posteriormente a la Fiorentina italiana, al Flamengo y al Santos. Fue elegido mejor futbolista de Brasil en 1982 y 1983, y recibió el Balón de Oro como mejor jugador de América en 1983.Disputó 56 partidos con la selección de Brasil, para la que consiguió 23 goles, y deleitó a los aficionados de todo el planeta en las Copas del Mundo de 1982 (junto con Zico, Falção y Junior) y 1986, aunque no consiguió proclamarse campeón del mundo. Sócrates se distinguió también por su lucha en favor de las libertades y la democracia y por los derechos de los futbolistas. Tras retirarse, en 1990, pasó a ejercer como médico, e hizo alguna incursión en el mundo de la música.
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